Cuando el desgraciado que redacta esta entrada cumplió 8 años, dejó de creer en los reyes magos.
Corría el año de 1993 cuando salí a la calle con mi bicicleta nueva y lo primero que escuché fue la queja pública de un niño, aunque ni tan niño, que gritaba a los 4 vientos "los reyes mago son nuestros papás", al instante la queja se convirtió en pavoneo pues él sabía algo que los demás ignorábamos, tal vez solo se sentía aislado, que importa.
Al día siguiente decidí tenderle un cuatro (trampa) a mi madre y salir de dudas, la frase fue la siguiente:
"Oiga (no siempre fui irrespetuoso), ya sé quienes son los reyes magos"
Y su respuesta fue:
"Si ya lo sabes, entonces te pido de favor que no lo comentes con tus amigos"
Ese mismo día también perdí la ilusión de Santa Kloz, el ratón de los dientes y otras historias fantasiosas.
A los 15 dejé de creer en los profesores como una autoridad inapelable, comprobé que también tienen sus complejos, vicios, mañas, etc. abusando de éste conocimiento fue que pasé la mitad de mi preparatoria en las canchas deportivas.
Cuando cumplí 20 dejé de creer en la religión, años antes ya tenía mis dudas pero no me animaba a cortar el desgastado y maltrecho cordón umbilical que me ataba a los conceptos de deidades y seres supremos.
Fue duro al principio, pero cuando vi la situación desde afuera me di cuenta que era la cosa mas razonable y saludable que jamás pude haber hecho.
Recién cumplí 24 años y esta vez dejé de creer en el amor paterno.
Siendo francos, el amor paterno no se compara ni de lejos con el materno, el amor paterno tiende a ser inequitativo e irregular, supongo que debe ser hormonal. No creo tampoco que sea una verdad universal, solo algo biológico que se da en diferentes dimensiones.
Citando a Erich Fromm:
El amor paterno es condicional. Su principio es "te amo porque llenas mis aspiraciones, porque cumples con tu deber, porque eres como yo". En el amor condicional del padre encontramos, como en el caso del amor incondicional de la madre, un aspecto negativo y uno positivo. El aspecto negativo consiste en el hecho mismo de que el amor paterno debe ganarse, de que puede perderse si uno no hace lo que de uno se espera. A la naturaleza del amor paterno débese el hecho de que la obediencia constituya la principal virtud, la desobediencia el principal pecado, cuyo castigo es la pérdida del amor del padre. El aspecto positivo es igualmente importante. Puesto que el amor de mi padre es condicional, es posible hacer algo por conseguirlo; su amor no está fuera de mi control, como ocurre con el de mi madre.
A este paso, en que creeré si llegara a morir de viejo?
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