miércoles, 29 de septiembre de 2010

du musique



Que sucede con mis playlists?
Como puedo pasar del black metal a pop en frances en 2 segundos?
Como es que me se de memoria la letra de canciones que nadie siquiera sabe que existían pero no puedo memorizar Bohemia rhapsody?
Porque ODIO la música grupera?
Donde me nació el gusto por preferir el sonido de pequeños audífonos sobre conciertos en vivo?
Cuando me volví adicto a los falsetos bien logrados?
Porque MUSE no me parece la octava maravilla del mundo?
A que se debe que cada nueva canción que escucho en violín me parece la mejor composición jamás creada para ese instrumento?
Porque me da hueva aprender solfeo?
Tengo mas presente November rain por ser una bofetada al hardcore rock fan que por el solo de guitarra de "toquemos todo con el mismo pedal" Slash, es eso en verdad malo?
Porque la cantidad de canciones interpretadas por féminas se multiplico por 4 (dato real) en mi playlist en el último año?
Alguien, no familiar, seguirá llorando la muerte de DIO?
A que se debe que hace un par de años me encantaban los supersolos de guitarra de 5 minutos y ahora me da igual si duran 10 segundos o media hora?
Soy el único que piensa que Michael Angelo Batio apesta por poseer una vistosa pero insensible técnica?
Video killed the radio star?
Porque no escucho radio?
La mejor música ya fue creada?
Que fue de The Pretenders?
La música indie esta infravalorada?

... porque me preocupan estas preguntas?

martes, 28 de septiembre de 2010

I miss you



Hace muchos años, como unos 13 mas o menos, mi maestra de sexto de primaria (Carolina se llamaba) nos pidió de tarea que redactáramos una carta y que se la mandáramos a algún amigo de la clase.
La tarea era bastante simple (aunque recuerdo que algunos compañeros no tenían ni idea de que escribir), la carta debía ser enviada por correo tradicional, aunque creo que en aquel entonces si bien ya no era el únco, sí era el mas popular. La carta la recibiría el amiguito de la misma clase y debería llevarla ante la presencia de la robusta maestra para verificar, checando el sello postal, que efectivamente se envió utilizando el servicio postal mexicano.
Pocos hicimos esa tarea y eso me valió encabezar una vez mas el cuadro de honor (el cual era una obligación  para mí mas que una condecoración, larga historia), yo había enviado mi carta a mi amiguito Andrés Lopez y viceversa, no recuerdo que estupidez escribí dentro pero seguro le saqué una sonrisa. Así fue como aprendí el significado de términos como remitente o destinatario.

Actualmente perdí contacto con Andrés, pero tal vez si busco en google ... nah, mejor lo buscaré en Facebook ... nah ... aún recuerdo el domicilio de su casa, así que lo rastrearé desde google maps ... nah ... aún tengo contacto con un amigo en común, le mandaré un mensaje de texto a su celular prenguntándole si aún lo frecuenta ... nah ... mejor le preguntaré a @andres_lopez de twitter si es la misma persona o solo un sudamericano homónimo ... nah ... mejor contemplo la fotografía que digitalicé de la graduación de primaria y recordaré viejos tiempos.

13 años han pasado y actualmente la tecnología nos permite estar en contacto permanente con nuestros seres queridos, y digo permanentemente, ya sea que les escribas una veintena de correos electrónicos diarios explicando como se va desarrollando tu día, o como yo, mandando mensajes de texto desde tu celular a diestra y siniestra a media noche y/o llevando una bitácora electrónica llamada blog. Los medios de comunicación que nos brinda la tecnología del siglo XXI son monstruosos, lejos quedan ya las cartas hechas a mano (o mas formalmente en una máquina de escribir de 10 kilogramos), no es que las extrañe demasiado pues tampoco recibí muchas, pero el sentimiento caluroso de que alguien se tomo 1 hora de su tiempo en escribir con su puño y letra en un pedazo de papel, pegando el sello, firmando, desplazándose hacia un buzón metálico o incluso hasta la oficina postal, deposite la carta para después regresar a su hogar y esperar impaciente durante días la contestación a su carta me parece un momento muy singular.

Actualmente los correos electrónicos, mensajes de texto y similares carecen de la calidez de una carta perfectamente redactada a mano, el sonido que tu equipo produce para hacerte saber que recibiste un e-mail está a años luz de el sonido del pesado sobre cayendo en el pórtico de tu domicilio, el contexto puede ser exactamente el mismo, pero el +1 se lo doy a el coreo tradicional.

A lo largo del día recibo decenas de e-mails, mensajes de texto, tweets etc. y el sentimiento al recibirlos si bien no es negativo (bueno, depende de quien vengan) tampoco es de gran alegría, creo que simplemente se han vuelto parte de la rutina. Repito: yo no recibí demasiadas cartas tradicionales, pero las muy pocas que recibí las leía y las releía y las releía y las releía antes de responder, tal vez era la novedad de la comunicación escrita a distancia, pero incluso a la fecha me gustaría volver a recibir cartas como en antaño, aunque contuviera la misma info que un mensaje electrónico. Se que es extraño pero sí hecho de menos el correo tradcional.

Dato curioso: mi cuenta bancaria de Scotiabank no la uso desde hace años, pero no cancelo el servicio pues cada mes me envían un estado de cuenta (que nunca supera los $23.00) por correo tradicional.  : )

martes, 21 de septiembre de 2010

Believe it

Fuí criado en una familia católica por católicos practicantes.
Desde antes que tuviera uso de razón yo ya había sido integrado a un grupo religioso, aún no me habían enseñado a escribir pero ya me habían enseñado a rezar.
Durante mi niñez jamas tuve problemas con repetir las mismas oraciones una y otra y otra y otra vez a la imagen de una persona ensangrentada y agonizante, jamás tuve problema pues eso mismo hacían mis padres, nunca juzgué o dudé la veracidad de sus palabras, jamás siqiuera me pasó por la cabeza el dejar de hacerlo.

Una vez entrado en la secundaria las cosas cambiaron, dentro del Instituto Fray Bartolomé de las Casas la religión era tema de todos los días, lectura del nuevo testamento cada Viernes, confesiones con el sacerdote y misa con comunión cada mes, con un párroco como director y una breve oración antes de comenzar cada clase, en ese lugar se respiraba al Gólgota mismo.
A pesar de que todo indicaba que me convertiría en un joven mas cristiano de lo que ya era, las cosas resultaron diferentes. Con la rebeldía propia de la pubertad y el apoyo al unísono de mis compañeros a cada indicio de blasfemia que tenían mis comentarios públicos hacia mis maestros de religión, mi perfil se alejaba de lo que el niño modelo fué en la primaria, me volví mas grosero, desmadroso, temerario, insolente, pero a pesar de todo ... yo seguía creyendo en divinidades.
Al entrar a la preparatoria me calmé un poco, seguía siendo un tipo desmadroso pero en un ambiente diferente, empezaban a abundar los tipos que hablaban y discutían sobre religión, política y otros temas populares y no podían faltar los excépticos, por supuesto que me unía esas charlas interminables; mi bando seguía siendo el de los creyentes pero poco a poco me comenzaba a formular preguntas que simbraban mi fe así que me alejé voluntariamente de tales charlas.
Todas esas preguntas siempre eran calladas por mí mismo encontrando respuestas (por muy tontas o sin forma de probar) que justificaran las (no) acciones de la divinidad que mi religión adoraba.

Preguntas como: "porque Dios permite que haya niños inocentes muriendo de hambre en el mundo?" eran calladas por mis propias respuestas como "no soy quien para conocer los designios de Dios" o "porque Dios tiene un plan especial para ellos"

Siguió transcurriendo el tiempo y cada vez me incomodaba mas el tener que solaparlo, justificar a un ser que jamás conocí y que todos tachan de perfecto. Cuando la incomodidad se convirtió en una incomodidad mayor decidí dar entrada a la duda. Una duda que me convirtió instantáneamente en un católico imperfecto.
Yo estaba muy confundido y no veía en mis compañeros de la escuela alguien que pasara por la misma situación que yo, o los creyentes nacieron en una familia creyente o los no creyentes habían nacido en una familia no creyente, no había mas, yo era el único ser raro que no se decidía por ninguna opción. Y ni comentarlo con mi familia, pues yo sabía el bando al que pertenecían.

En esas condiciones terminé la preparatoria, me integré a la vida laboral y sabía que tenía que decidirme por una u otra opción, la idea de ser un medio-creyente no me convencía en lo mas mínimo.
20 años después de ser ingresado a una asociación por medio de un chorro de agua en la cabeza, 20 años después de estar participando en ritos que me hacían sentir el hombre mas aburrido del mundo finalmente decidía emanciparme de todo ello.
La idea de otra religión no me convencía, la no-religión que estaba practicando era muy cómoda y concordaba con mi caracter proto-puberto, sin embargo al apartarme de la iglesia de pronto el mundo comenzó a ... como decirlo ... verse lindo; de pronto mucho tenía sentido, y era una sensasión que me llenaba.
Mi cabeza había entendido finalmente que el no saber no es un error, el error era asegurar (y justificar) algo de lo que yo no estaba seguro cerrando mis propios oídos a escuchar otra opinión, el sentimiento de soledad era horrible, después de todo la idea de que alguien se preocupa por tí y te tiene en sus planes para cuando des ese misterioso paso llamado muerte era mas que reconfortante. De pronto yo ya me había hecho a la idea de que tal plan no existía, de pronto una gota de sabiduría había caído en mi cabeza y me indicaba "lo que vez es lo que hay"
Finalmente esa frase que había escuchado hace años hacía palpitar mi corazón, si mal no recuerdo creo que la repetí todos los días a primera hora durante meses.

"es mejor morir de pié que vivir arrodillado"

El resto es historia, continúo en una posición agnóstica y no me cierro a escuchar alternativas, sin embargo todas las que he escuchado van ligadas a culparme de algo que hicieron mal mis antepasados y el miedo a ser castigado si no pertenezco a X o Y agrupación. Un castigo que siempre llega al morir y del que nadie puede comprobar.
Al final, el respeto a las creencias de los demás está presente, y no solo a las creencias religiosas, hasta la elección mas insignificante es una desición propia, y como tal se puede o no estar deacuerdo, pero se respeta ... se tiene que respetar,


Al momento de escribir esta entrada lo único que puedo recomendar es el vivir de la manera mas felíz y plena que se pueda,  si por mi mentalidad me tocara el fuego eterno, pues, al menos me llevaré un puño de buenas memorias ... y si no hubiera nada (ni recuerdos), pues al menos la pasé bien.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Bicentenario

Redacto esta entrada escuchando tronar de cohetes cada 10 segundos fuera de mi ventana, los niños adoran los cohetes, yo adoraba los cohetes, ahora no me parecen divertidos, me parecen molestos.
Redacto esta entrada escuchando balazos cada 30 minutos fuera de mi ventana, los adultos adoran los balazos, creo que los hace sentir mas machos, a mi me parecen molestos.
Redacto esta entrada escuchando música folklórica fuera de mi ventana, los vecinos adoran la música folklórica y cantan con carencia total de afinación como si de una competencia de graznidos se tratara, sus alaridos me parecen moletos.

Yo me pregunto, que festejamos?
Fuera de mi ventana la gente festeja el bicentenario.

Que es el bicentenario?
La conmemoración de los 200 años del México independiente.

Quien nos liberó?
Los héroes patrios.

Si los héroes patrios estuvieran aquí y trataran con la gente que fuimos liberados no se que pensarían, de verdad no se que pensarían.

¡Viva el libre albedrío! ¡Viva el criterio propio! ¡Vivan las personas que los practiquen y fomenten!

EDITO

Recomiendo el post de Alex Serna sobre el mismo tema

sábado, 4 de septiembre de 2010

Razón 648 por la que adoro Scarface

LENGUAJE !!!


"Can you stop saying 'FUCK' all the time?!"

...

"FUCK YOU!"

(nota del administrador: fucking epic answer!)

books vs e-books

Me acabo de encontrar este interesante artículo acerca de las 10 razones por las que internet no sustituirá a las bibliotecas tradicionales.

La noche de ayer leía Apocalipsis Z: Los días obscuros (recomendable lectura de suspenso que narra la historia de un mundo sin medios masivos de comunicación, internet incluído), y al leer el artículo de inmediato me vino a la mente lo que pasaría si todo libro fuese digitalizado para despues desecharlo. Curioso.