La siguiente lista la saqué de mejores finanzas y la pueden encontrar en su idioma original directamente del blog de Steve Pablina.
- Venderle a la gente equivocada.
Las ventas son importantes para la supervivencia de cualquier negocio, pero no es necesario intentar vender algo a todos las personas que conoces, incluyendo amigos y familiares. Por otra parte, es una pérdida de tiempo tratar de vender a personas que simplemente no necesitan lo que ofreces.
- Gastar demasiado dinero.
No gastes todo tu efectivo en tu nuevo negocio a menos que sea absolutamente necesario.
Cierta vez invertí 20,000 dólares en un negocio (de mi propio dinero) y se acabo rápido, poco después adquirí una deuda para continuar con el negocio.
Desafortunadamente, el modelo de negocio original no era muy bueno y tardó cinco años para que el negocio generara ganancias. Pronto aprendí la lección.
En 2004 comencé este negocio el desarrollo personal con sólo nueve dólares en efectivo a pesar de que podría haber gastado mucho más en él.
Ningún logotipo de lujo, ningún diseño web, elegante, sin tarjetas de visita o de escritorio. Pagué para registrar el nombre de dominio y nada mas. Eso es todo lo que estaba dispuesto a gastar antes de empezar a generar ingresos.
Si tienes que invertir mucho dinero en tu nueva empresa, antes de invertir debes tener bien claro cómo vas a obtener ese dinero de vuelta.
- Gastar muy poco dinero.
También es un error el ser demasiado tacaño. Disfruta de contratistas calificados que pueden hacer ciertas tareas de manera más eficiente de lo que tu puedes.
No dudes en comprar equipo decente cuando es claro que obtendrás ganancias.
No tienes que gastar en muebles de lujo, pero puedes conseguir muebles funcionales y cómodos que te ayudaran a ser mas productivo. No uses una computadora anticuada con software obsoletos que se ralentiza si puedes permitirte algo mejor.
- Mostrar un frente falso.
Muchas emprendedores se refieren a si mismos como “nosotros”. Esto es algo que muchos de los nuevos emprendedores suelen hacer pero que no es necesario.
No hay nada de malo en que un negocio sea de una sola persona. Mi negocio de desarrollo personal sigo siendo “yo”. El negocio de mi esposa es un “nosotros” ya que cuenta con un equipo de trabajo, pera ella pero en su negocio de consultoría por internet ella es un “yo”.
Fingiendo que eres un “nosotros” cuando eres un “yo” es un poco tonto. La promoción de ti mismo como un “yo” incluso puede ser una ventaja hoy en día, ya que la gente sabe que la responsabilidad es contigo, y si tu haces una promesa, eres tú el que la va a cumplir
- Asumir que un contrato firmado será honrado.
He cometido este error mas de lo que me gustaría admitir. He firmado contratos con empresas de supuestamente buena reputación, y que no valía la pena ponerse en cuclillas cuando el gerente decidió que quería anularlo.
Aunque fuera injusto y yo estuviera en lo cierto ¿Quiero ir a los tribunales para hacer cumplir el contrato? No, prefiero seguir haciendo un trabajo significativo.
Un contrato firmado es sólo un pedazo de papel.
¿Qué hay detrás de un contrato firmado? Es una relación. Si la relación se vuelve amarga, el contrato no te salvará.
El objeto del contrato es definir claramente los roles de cada uno y sus compromisos. Pero es la relación y no el papel es lo que en última instancia hace cumplir los compromisos.
Cuando entendí esto, me he centrado más en las relaciones y estoy menos preocupado por el papel. Ahora mis negocios van mucho más suavemente.
- No seguir tu Intuición.
La intuición es tan importante en los negocios como en otros entornos. Es sorprendente la cantidad de operaciones corporativas gigantescas que han sido iluminadas por la intuición de algunos emprendedores. Mientras que tu podrías pensar que la lógica es clave en un negocio, no lo es.
Si basas todos tus negocios en la lógica y haces caso omiso de tu intuición, es probable que estés perdiendo muchos millones.
- Ser demasiado formal.
Lo diré otra vez. Los negocios se basan en las relaciones. En algunos lugares un cierto grado de formalidad es adecuado, pero en la mayoría de las situaciones empresariales el ser demasiado formal sólo es un obstáculo. Las relaciones comerciales son más efectivos cuando hay una conexión humana detrás de ellos.
- Sacrificar tu personalidad.
Empecé mi negocio de juegos en mis 20 años. Supuse que, como dueño del negocio, mostrarme naturalmente ante los clientes no era apropiado o aceptable. Aprendí a funcionar sin una personalidad.
Me tomó varios años, pero eventualmente llegué a sentirme cómodo siendo yo mismo, sobre todo después de que mi negocio de los juegos se volvió rentable.
Ahora que soy un blogger, mi peculiaridades de la personalidad y las experiencias inusuales son los puntos fuertes. Mi rarezas personales dan a este blog un sabor único . Si yo tuviera que tomarme demasiado en serio y escribir de manera más formal, este blog sería muy aburrido y probablemente perdería gran parte de su audiencia.
- No centrarse en la creación de Valor
Es fácil caer en la trampa de pensar que el objetivo de una empresa es ganar dinero. Pero el verdadero propósito de una empresa es crear valor. Si bien es posible ganar dinero en el corto plazo sin crear mucho valor, en el largo es como caminar en la cuerda floja.
Crea algo de valor y tu empresa será agradable para todos.
- Falta de Optimización.
Aunque la creación de valor es esencial para un negocio sostenible, es igualmente ingenuo suponer que sólo puede centrarse en la creación de valor, y el resto se hará cargo de sí mismo.
Tu puedes construir un negocio que proporciona una buena relación, pero pierde dinero. Como dueño de negocio, es necesario encontrar una manera de entregar el valor de una manera rentable. Lo más probable es que tu primer intento va a ser muy deficiente.
Puedes perder demasiado tiempo, dinero y recursos tratando de producir y entregar valor. Eso está bien, muchas empresas comienzan de esa manera.
Se requiere un esfuerzo importante para construir un negocio exitoso, pero también es una experiencia de gran crecimiento.
La clave aquí es hacer mejor lo que mejor haces.
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