Ayer fue mi cumpleaños, hubo un par de pasteles, un regalo muy especial y muchos abrazos, pero todo eso quedó opacado por el nacimiento de Abigaíl (sip, así se llama y juro que no influí en ello), mi sobrina.
Es curioso que hayamos nacido el mismo día (con sus respectivos 24 años de diferencia) y que la hayan nombrado con un nombre tan significativo para mí; ella escuchó mi voz y abrió sus ojos como diciendo "...al fin nos conocemos, desgraciado"
Definitivamente we've got fun and games
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