miércoles, 3 de octubre de 2012

... y si no pega, pues roto ya estaba.



Es época de cambios, época de darle una vuelta a lo que está torcido, de darle vuelta al lado correcto y dejarlo en modo funcional o darle vuelta al lado incorrecto y torcerlo aún más. La gente conformista no acostumbra salir de su área de confort para intentar algo nuevo, la gente conformista no hace nada al respecto si algo le molesta, quejarse tal vez.
La gente conformista se las ingenia para “hacerla” con los medios disponibles, no busca nuevos medios y solo espera que las cosas se resuelvan por sí mismas. Yo no quiero ser una persona conformista, es por eso que en los últimos días he hecho algunos cambios importantes en mi vida, algunos urgentes y otros solo por intentar, solo por hacer las cosas diferentes, obtener conocimiento a través del intentar y analizar el resultado.
Son cambios que no sé si son buenos o si son malos, pero son cambios que para bien o para mal me sacarán de esta zona de confort, zona que yo llamo “de stay”. He cambiado de trabajo, mis labores son muy diferentes a lo que estaba acostumbrado a realizar, he abandonado la única red social a la que pertenecía (twitter), estoy tratando con personas que anteriormente por alguna u otra razón no lo hacía o dejé de hacerlo sin motivo alguno, me estoy dando más tiempo para meditar, más tiempo para dormir, estoy aplicándome en mejorar mis finanzas a través de pequeños ajustes y los cambios (la mayoría pequeños) siguen.

Estos cambios me afectan, no en el sentido negativo, si no en el sentido neutro, estoy afectado por el cambio de rutina y no dejo de sentirme raro. Pasará algún tiempo para saber si los cambios que hice fueron positivos o no, pero aún si no obtuviera los resultados esperados estaré inconforme pues fueron cambios voluntarios y algún aprendizaje habré obtenido. No soy pesimista ni optimista al respecto, no me froto las manos como otras veces esperando grandes resultados favorables, esta vez es un cambio a raíz de la rutina, del querer hacer algo para dejar de lado lo que no me gusta, un cambio por conocer algo nuevo, por rodearme de gente diferente y por darme caprichos más saludables.
Que rico es escribir de nuevo, que rico es regresar, porque regresar también es un cambio.